La mozzarella es uno de los quesos italianos más conocidos, destacando su presencia en variados platos del país europeo. El nombre de este queso teie estrecha relación con la forma en que se produce, pues hace alusión a la palabra “mozzare”, es decir, “cortar”. Tradicionalmente, se elaboraba con leche de búfala.
Para distinguir una mozzarella fresca y de buena calidad, debemos tener presente los siguientes elementos:
1. Color
Una mozzarella fresca y de buena calidad se reconoce rápidamente por su color blanco amarillento, eso sí, más claro que el color típico de la manteca.
2. Consistencia
Si la textura que vemos en la puel que tiene la mozzarella es suave, brilla, sin grietas y es tensa, eso quiere decir que es fresca, por el contrario, si vemos que presenta arrguas, esto quiere decir que ya ha estado expuesta en agua ha hecho lo suyo, interviniendo en su consistencia y textura.
3. Frescura
Debemos tener presente que al ver una mozzarella fresca, el líquido tiene que ser directamente proporcional a su frescura, es decir, que una vez que se corte, la mozzarella tiene que soltar bastante leche y suero (esto siempre y cuando sea de búfala). Convengamos que si la mozzarella que es de vaca es más consistente y seca.
4. Olor
Cuando la mozzarella es fresca, esta tiene que oler a leche fresca, teniendo un olor similar a la mantequilla. Por el contrario, si es que esta tiene un olor muy fuerte o bien, no tiene olor alguno, el producto lamentablemente, no está fresco.
5. Sabor
El sabor es un punto importante, pues este tiene que ser suave, dulce y con un toque de acidez. Como un dato extra, la mozzarella una vez en boca, se deshace.
Y ahora, teniendo estos puntos en cuenta, ¿han comido una mozzarella fresca?
Autor imagen: Facebook @consegniamomozzarelladibufala
