El café sorprende al neófito en Italia, con un intenso aroma que siempre relaja y prepara la mañana. En los últimos años, los chilenos beben más café italiano. En Valparaíso, lo hacen viendo el arte que los acompaña.
Más café italiano para los chilenos
Hace algún tiempo, los chilenos consumían el café al estilo italiano más bien de tarde en tarde. En cambio, bebían el café instantáneo, empapado en agua y aromatizado con azúcar añadida. Este lugar común acompañó durante décadas a los hogares de Chile. En algunas ocasiones, los establecimientos solían ofrecer varias mezclas de café en máquina. Empero, la experiencia de tomar café no era precisamente la misma. La adaptación de una tradición italiana a la cultura local creaba realidades con nombres e ingredientes desfigurados. Cuando querías conocer gente o leer un libro, sabores amargos y artificiales alimentaban tu paladar alrededor de un café de escaso origen y composición. Pero ahora, los chilenos beben más y mejor café italiano.
Con el paso del tiempo, comenzó a aparecer la gastronomía italiana de sabores frescos. Las cafeterías empezaron a preparar un buen caffe espresso, ristretto e macchiato, en su sabor original. Los conciudadanos iniciaron a hacer una vida social de mentes pensantes. Apreciaron el gesto de saborear cada vez más una bebida que se siente con un mejor gusto en el cuerpo. Entonces, los chilenos bebieron un café superior porque comenzaron a aprender más sobre el brevaje. Y se espera que el número de bebedores de café se duplique para el 2024.
Los chilenos beben el mejor café
La gran mayoría de las empresas tostadoras en Italia, están apoyando la candidatura del ritual del café expreso italiano a la UNESCO. La presentación que incluye el Rito del Café ocurrió en 2019, para promover, mejorar y proteger el café expreso tradicional. En resumen, se busca rescatar y valorizar el rito del café como patrimonio cultural de los italianos, porque es un “verdadero arte”. Hoy en día, Chile es el tercer consumidor de café de Latinoamérica. Los chilenos han ganado un derecho de beber café. En particular, el café italiano. Los servicios acompañan la experiencia con máquinas de café de última generación. Por ejemplo, en la ciudad de Valparaíso, puedes sentarte a tomar una taza de café en una esquina frente al arco de triunfo.
Arte en una cafetería
Conrad y Melville imaginaron el puerto de Valparaíso, donde los árboles navegan por las calles. En esta ciudad, el café “Casaplan” funciona en un antiguo edificio restaurado, donde comienza la Avenida Brasil. Mediante los grabados que cuelgan en sus paredes, los colores saturados y sombras representan el día. También puedes ver a un grupo de artistas mientras hacen sus imágenes, a través de biombos de vidrio. Los artistas Javiera Moreira y Roberto Acosta guían a este grupo de grabadores. La técnica de la punta seca recita a capella, a través del sonido producido por la hendidura directa sobre la placa de cobre. Luego, la tinta se introduce dentro de las cisuras al cubrir la placa con un color de Siena quemado y sus matices. Finalmente, la prensa imprime el grabado en papeles locuaces de gran gramaje.
En el interludio, hay una fascinación por la simplicidad y el valor de entintar las líneas imprecisas. De esta manera, el arte hace una dedicación al café, y el café consagra el arte. A largo de más de 5 años desde que partió, el taller ha desarrollado su quehacer gracias a aquellos que lo conforman. Pero, mientras se mantenga el confinamiento, los participantes del taller siguen trabajando desde sus casas, y comparten sus expresiones sólo por videoconferencia. En la última semana se ha podido abrir el café a un público reducido. La cafetería junto a las prensas de grabado están funcionando de nuevo. Las pizarras ofrecen distintas preparaciones escritas con tiza de color. Sin embargo, si quieres ver a alguien para charlar un poco, cuando ordenes la bebida que vas a beber asegúrate de pedir un cappuccino italiano.