Durante años, los ciudadanos en Chile conocieron la cultura de Italia a través de los italianos que vivían la experiencia de Dante en el exilio. En los ochenta, Enrico Enrico Bucci les proporcionó a los artistas chilenos un mecanismo de memoria, a través de referentes localizados geográficamente en el norte de Chile.
Los artistas chilenos son dados a conocer por Enrico Bucci
Enrico Bucci recorrió un camino inesperado antes de dar a conocer a los artistas chilenos. Nació en 1929, el día en que termina el verano en Italia y el invierno en Chile. Cuando joven, la lectura de Francisco Coloane inflamó su corazón. Entonces, llegó a Chile en 1953 a hacer negocios y trabajó duro en el norte del país. Hace ya tiempo, este es un sueño permanente. Ya sea del extranjero ya sea del resto del territorio nacional, los inmigrantes llegan al clima seco y árido del norte de Chile. Con respecto a Enrico, le conmovió el paisaje del desierto, y caminar a través de los restos de una cultura autóctona.
Enrico Bucci dio un salto enorme hacia la actividad artística en 1972. En el norte, hizo vínculos con instituciones y desarrolló un programa de extensión cultural a lo largo del territorio, a veces sin apoyo. También, grabó programas de 100 segundos dedicados a Pedro Olmos en un canal de televisión de Arica, y escribió columnas en un periódico. Esta pasión lo condujo a curar exposiciones de arte en Santiago, a partir de los elementos de la cultura Chilena. Bucci liberaba la energía de los pueblos originarios del norte de Chile en sus colores y texturas inquietantes. Mientras tanto, montaba el caballo de la aventura y la investigación.
La Galería de Enrico Bucci para los artistas chilenos
De tal modo, inauguró su galería el 23 de mayo de 1975 en la Calle Huérfanos 526, Santiago. Entonces, curó el “Homenaje al Norte Grande”. En esa oportunidad, incluyó obras de pintores chilenos que fueron invitados al norte de Chile para pintar sus paisajes. Asimismo, expuso pinturas de África, y tejidos y tabletas de rapé del Museo de San Pedro de Atacama. Qué duda cabe, era un estudioso y creador, aparte de ser un italiano vidente e inquieto. Enrico vivía en el piso de arriba de la galería, mientras en el subterráneo los artistas realizaban distintas ideas para compartir con sus pares. Su mundo interior era el arte, y quiso conocer los talleres de los pintores y brindarles la oportunidad desde dentro de la galería.
Enrico Bucci es un héroe italiano
Mucho antes, la formación de los chilenos era las artes y las letras según el estándar francés. Desde sus inicios, el Museo Nacional de Bellas Artes acogió las obras que seguían los movimientos artísticos de Europa. Asimismo, los artistas organizaban sociedades para difundir sus creaciones, pero siempre copiando el mismo modelo. Por esta razón, la Galería Bucci es un antecedente histórico para la creación y cultura chilena. Junto a la Pinacoteca Turina, la sala del Pacífico, la sala Le Caveaux, la sala Negra, la Galería Dédalo y la Galería Carmen Waugh. Además, Enrico entusiasmó a artistas experimentales para llevar a cabo instalaciones entre 1985 y 1987. En 1990, exhibió “Las dos fridas” del colectivo Las Yeguas del Apocalipsis, una recreación de un cuadro de Frida Khalo. Durante este período, la Galería Enrico Bucci adquirió notoriedad por su propuesta audaz del arte.
Además de la proyección del arte latinoamericano, la Galería Bucci abrió la sede de Arica en 1978. Unos años después, dejó Santiago y volvió al norte de Chile, con la instalación “Flores del Desierto”. La acción comprendió doscientos cincuenta cuadros con la temática de flores, que revelan el fenómeno extraordinario que se produce en el desierto de Atacama. Luego, curó la instalación “Adán, Eva y el Tiempo” en 1996 y “La Momia de Lasana” en 1997. Después de su muerte en 2001, la galería de Enrico Bucci cerró dos años después. Así, el arte visual en Chile diseña en secuencia de imágenes de sí misma. Mediante el recuerdo, algunas cosas deja de lado. Y cada vez que vuelve hacia el pasado, olvida tantos bocetos con invenciones y expresiones de la actividad humana.
