Probablemente hayas oído que todos los 16 de agosto se celebra el Día del Inmigrante Piemontés. Esta fecha homenajea a un piemontés que hizo enormes contribuciones a la educación y los valores de los jóvenes. Estamos hablando de Don Bosco, nombre con el que se conoce a San Juan Bosco, un sacerdote, educador que fundó la Congregación Salesiana. Don Bosco Nació el 16 de agosto de 1815 en Castelnuovo d’Asti, y murió el 31 de enero de 1888 en Turín, ambos lugares en Piemonte, Italia. Allí y en todo el mundo se lo conoce tanto por su dedicación en la educación como al cuidado de los jóvenes, principalmente aquellos que vivían en los entornos más desfavorables.
Su enfoque educativo se basaba en el “Sistema Preventivo”, que se centraba en la prevención de problemas a través de la razón, la religión y el amor, en lugar de la represión y el castigo. Este método fue crucial para que muchos jóvenes en el mundo alcanzaran su máximo potencial al ser conscientes de sus capacidades y sus fortalezas y trabajar “a pulmón” en sus errores.
La congregación salesiana creó escuelas, oratorios y hogares para jóvenes en distintos puntos del mundo. Además, les dio la posibilidad a muchos jóvenes de tener cuidados que en sus casas no poseían, de estudiar en la escuela y poder trabajar o poseer un oficio.
Don Bosco fue canonizado como santo por la Iglesia Católica en 1934. Su vida y obra continúan siendo una fuente de inspiración para educadores, líderes religiosos y aquellos que trabajan en la promoción del bienestar y la educación de los jóvenes.
Créditos imagen de portada: “The statue of Don Bosco Sihanoukville, Cambodia” by Don Bosco Foundation of Cambodia is licensed under CC BY 2.0.
