La Parroquia Italiana en palabras del Padre Giulio Rubin

El día 9 de octubre el sacerdote Giovanni Battista Scalabrini fue declarado santo en el Vaticano. Su legado perdura más de un siglo después de su fallecimiento. Dedicó su vida para ir en ayuda de los migrantes, y hoy en día su misión está presente en 39 países. En Chile esta obra tiene como epicentro a la Parroquia de Nuestra Señora de Pompeya, más conocida como la Parroquia Italiana. Para conocer la historia de los scalabrinianos y su misión en Chile, conversamos con el Padre Giulio Rubin.

La Parroquia Italiana

Es importante saber la historia de la Parroquia Italiana. Fundamental, por su función de ayuda a los migrantes italianos. Quien nos guía en esta historia es el Padre Giulio Rubin. Nos cuenta que la parroquia nace como una misión católica italiana, llevada adelante por los sacerdotes scalabrinianos. Quienes llegaron, primero, acompañando a los migrantes que venían de Trento al norte de Chile. Aquellos trentinos formaron parte de un programa del Gobierno de Gabriel González Videla. “El primer sacerdote scalabriniano llegó a Antofagasta, por donde pasaba el primer barco con los inmigrantes de Trento y los acompañó hasta La Serena. Los sacerdotes acompañaron a estos migrantes en su inserción. Hicieron una capilla. En cierto momento, se vió la necesidad de establecerse en Santiago”.

“Como no teníamos nada, el Cardenal ofreció, por un tiempo, la Iglesia de Las Agustinas. Ahí estuvieron veinte años trabajando. Tomamos el trabajo que venían haciendo los salesianos. Una vez finalizado el trabajo en Las Agustinas debieron buscar un terreno o una iglesia para seguir trabajando. La desición fue la de comenzar de cero. Una empresa tenía en venta un terreno ubicado en la calle Bustamante 180 el que fue comprado con el apoyo de 700 familias, empresas e italianos”. Primero, se edificó la Casa Parroquial de cuatro pisos, para que los sacerdotes se pudieran trasladar y realizar las reuniones. Se construye luego el templo.

Parroquia de Nuestra Señora de Pompeya

El Padre Giulio nos habla de cómo se bautizó a la parroquia. “Es interesante el nombre que se le dio. Había dos posibilidades: Parroquia Nuestra Señora de Pompeya y Nuestra Señora Della Guardia. Esta última pertenece a la colectividad de Génova, que son muchísimos. Ellos sugirieron que fuera la primera opción, porque era más universal. Ya que, en todos los países en los que estamos hay una Parroquia Nuestra Señora de Pompeya. Así se trasladó desde La Gratitud Nacional de los Salesianos a la actual parroquia”.

Comenzaron a atender no sólo a los italianos, también a los húngaros y los católicos de Corea del Sur (hasta que se fueron a Patronato). Luego los inmigrantes de Perú, Venezuela, Haití, Colombia, etc. a los que atendían en diversas iglesias. Hoy en día, se celebra la Misa de los Latinoamericanos a las 13:00 horas, además de albergar sus celebraciones típicas.

Padre Giulio Rubin

El Padre Giulio Rubin entró a un seminario en Italia, siempre con el enfoque de trabajar con los migrantes, ya fuera en Europa o en otra parte del mundo. Llegó primero a Buenos Aires en 1960, la que describe como una experiencia muy linda. Posteriormente viajó a Mendoza; y luego, a Italia un año, para llegar después por primera vez a Chile. Se va a Córdoba y retorna a Chile donde permanece durante 10 años. Estuvo desde 1987 a 1997 en Buenos Aires, y desde hace 25 años que está en nuestro país. “También tenemos actividades afuera. Por ejemplo, yo los días sábado rezo la misa en el Hogar Italiano, el domingo voy al Stadio Italiano, donde hay una capilla. Así también, los otros padres van a Huechuraba, a Puente Alto”. Los sacerdotes scalabrinianos se desplazan hasta donde se encuentren las colectividades latinoamericanas.

Cuentan con oficinas en donde se atiende a quienes necesitan trabajo o a personas que necesitan trabajadores, haciendo el enlace para que los migrantes obtengan una ocupación. También hay un asesor jurídico. Además, cuentan con apoyo sicológico. Si un migrante llega, este cuenta con una ducha, comida y ropa. Siempre están recibiendo ayuda, sobre todo vestimenta. Aquí es importante recalcar que se debe donar ropa limpia y en buen estado, para así entregarles dignidad a los migrantes.

Giovanni Battista Scalabrini

Giovanni Battista Scalabrini tuvo como motivación ayudar a aquellos migrantes italianos que dejaban su país para viajar hasta Estados Unidos y Latinoamérica a fines del siglo XIX. Es entonces que investiga y profundiza en este drama de sus conciudadanos obligados a partir en busca de una mejor vida. Su interés no queda en mera documentación. Envía misioneros a distintos puntos del mundo con el fin de ayudarlos una vez llegados a su nuevo país. Es así como estos enviados se instalan en los barcos y puertos para prestarles su ayuda. Es, por este motivo, que se le identifica en todo el mundo como el padre de los refugiados y los migrantes.
Scalabrini, quien trabajó duramente para crear conciencia por la indiferencia hacia los migrantes, une fuerzas involucrando tanto a la Iglesia, como al gobierno; y, claramente a la sociedad. Fue declarado Beato por el Papa Juan Pablo II y declarado santo por el Papa Francisco en octubre de 2022. Justo cuando termina el Año Jubilar Scalabriniano, el 9 de noviembre.

Autor imagen de portada: Libro 50 años, Misión Scalabriniana en Chile.