Italia es una de las mecas del arte en Europa occidental. Durante siglos, el país se ha destacado en todas partes del mundo. Sin hurgar demasiado en libros u otra fuente de información quien conoce un mínimo de la cultura italiana puede, al menos, aventurarse a decir el nombre de un representante de cada una de ellas. Arquitectos, pintores, escultores, músicos, escritores, bailarines y cineastas. Italia los tiene a todos y cada siglo y hasta podría decirse que cada década tiene a uno que la representa y la enorgullece, no solamente dentro del territorio nacional sino en todo el mundo. En esta nota te contamos sobre la historia, vida y obra de tres pintores cuyos aniversarios de nacimiento y muerte se dieron esta semana. Cada uno de ellos fue fiel exponente de un estilo y, además, dejó su identidad en las obras que creó. Sin más preámbulos ¡vamos a conocerlos!
Giuseppe Arcimboldo, el creador de las “cabezas compuestas“
Giuseppe Arcimboldo nació en Milán en 1527 y murió en el mismo lugar, el 11 de julio de 1593. A lo largo de su carrera artística fue reconocido por sus representaciones del rostro humano. Para crear su figura, Arcimboldo utilizaba diferentes elementos naturales entre los que se contaban flores y frutas. Pero también, en otros cuadros utilizó animales y hasta cabellos. A partir de todos esos elementos, en un lienzo, el pintor creaba un rostro humano y cada uno de los componentes utilizados en el cuadro formaba una parte de ese rostro. Así, por ejemplo, quedó compuesto el cuadro de la foto expuesta a continuación. En él se puede ver cómo cada fruta, verdura o planta forma una parte de la cabeza de un hombre. A estas composiciones se las llamó «cabezas compuestas» y serían el tipo de obras que históricamente marcarían el estilo de este autor.
Giorgio de Chirico, uno de los pintores más cautivantes
Hijo de padres italianos, De Chirico nació en Grecia el 10 de julio de 1888 y murió en Roma en 1978. Aunque durante los últimos años de su vida se volcó al clasicismo, fue por la pintura metafísica que se hizo conocido a nivel mundial. De hecho, se considera que Giorgio de Chirico fue uno de los fundadores de este movimiento. Las obras de este estilo se caracterizan por ser una suerte de representaciones de mundos paralelos u oníricos en las que sentimientos y sensaciones como melancolía, intriga y misterio son los principales protagonistas. La pintura metafísica, también, incluye elementos que, tal y como ocurre en los sueños, no encajan del todo con la realidad, están fuera de lugar o tienen una función o contexto diferente al que tendrían en una escena de nuestra vida cotidiana.
Amedeo Modigliani, uno de los pintores que cautivó las miradas más expresivas
La vida de Amedeo Modigliani fue tan fugaz como intensa. Modigliani había nacido en Livorno, Toscana, el 12 de julio de 1884 y murió a los 35 años. La misma intensidad que caracterizó su vida fue la que materializó en sus obras. Las pinturas de Modigliani se caracterizan porque sus personajes tienen los rostros más alargados. Otro gran elemento que se destaca son sus miradas porque pese a estar cargadas de sentimiento, están vacías. Durante varios años, Modigliani estuvo en París donde se codeó con artistas como Pablo Picasso y Constantin Brancusi. Una de las cosas que más deprimió a este pintor y que, probablemente lo haya catapultado a su muerte, fue el poco éxito y reconocimiento que tenían sus obras. No fue sino hasta después de muerto que alcanzó la fama y el renombre internacionales. Hoy, los cuadros de Amedeo Modigliani están en los principales museos del mundo.
Créditos imagen de portada: “[ M ] Amedeo Modigliani – Jeanne Hébuterne Sitting (1918)” by Cea. is licensed under CC BY 2.0.
