Es sabido que Italia es una zona vitivinícola por excelencia. Distintas regiones fabrican un vino que es su especialidad. Muy pocas de ellas están por fuera de este arte de hacer vino que es una combinación entre técnica y artesanía. A la hora de hablar de vinos, especialmente de los tintos dulces, la región productora por excelencia es el Piemonte y más precisamente, en la zona de Le Langhe, comprendida en la provincia de Cúneo, a la vera del río Tanaro.
En 2014, la Unesco eligió la denominación Paisaje vitícola que comprenden las Langhe, Roero y Monferrato como Patrimonio de la Humanidad. Entre las variedades que allí se producen y que tienen sellos de denominación de origen controlada y garantizada se encuentran el Arneis, el Barolo, el Barbaresco, el Nebbiolo y los Dolcettos. De esta última categoría, el más conocido es el Dolcetto de Dogliani, un vino tinto de un sabor dulce e intenso.
Muchos de los italianos que fabricaban vino en sus casas en la zona delle Langhe, emigraron a otros continentes y trajeron ese arte de hacer el vino a países que les dieron nuevas oportunidades para producir y prosperar. Así, por ejemplo, se desarrolló gran parte de la industria del vino en la zona montañosa tanto de Argentina como de Chile. En tierras cordilleranas, por encima de los 1000 metros sobre el nivel del mar se elaboran vinos de excelente calidad, muchos de ellos producidos por italianos o ítalo-franceses y sus descendientes. ¿Conoces alguno de ellos? ¿Tienes un favorito?
Créditos imagen de portada: “Old Dolcetto grapes” by A Continuous Lean is licensed under CC BY 2.0.
