Museos dedicados a la gastronomía italiana

Por lo general asociamos los museos con antiguas piezas en exhibición contándonos la historia de la humanidad. También en nuestra mente relacionamos un museo con un lugar en donde se muestran piezas artísticas, fotográficas y escultóricas. Aunque también es cierto que hay una numerosa gama de museos que se dedican a exponer diferentes objetos o están enfocados en diversos temas. El hecho más llamativo para quienes disfrutamos de la vera cucina italiana es que existan museos dedicados a la gastronomía itálica. Es así como la comida de origen italiano obtiene una categoría de obra de arte. A continuación, los museos que encontramos.

Museo Nacional de la pasta

También llamado Museo Nazionale delle Paste Alimentari se ubica en Roma y está dedicado al producto italiano por excelencia. Este lugar nos lleva por un recorrido a través del universo de la pasta al interior de sus once salas. En poco tiempo es posible recorrer los ocho siglos de la historia de la pasta. Cuenta con dos niveles, en el primero es posible disfrutar el origen mismo de este producto, ya que las salas están dedicadas al grano y su forma de cultivo.

El recorrido también permite estar frente a frente a antiguas maquinarias que se usaban para su producción. En el segundo nivel, que se encuentra en el subsuelo, se puede admirar a través de diferentes expresiones artísticas cómo la pasta ha tenido una influencia inigualable en tantos ámbitos, como el cine, la televisión, el teatro, entre otros. No olvidemos la gran cantidad de películas que tienen a la comida italiana como protagonista: “El padrino”, “Comer, rezar y amar”, “Deliciosa Martha”, entre tantas otras.

Museos del Olivo y de los cítricos

En Imperia, en la Liguria, es donde encontramos el Museo del Olivo. Este es un lugar en donde se rinde honor al icono del Mediterráneo. Este producto ha tenido una historia tan extensa e influyente en la cultura italiana que merecía un museo completamente dedicado a él. No es menor contar con más de 6.000 años como producto destacado en la economía italiana; y, por qué no decirlo, también en el arte y en la religión. El olivo es la materia prima que termina su vida para renacer convertido en aceite de oliva, un rey en la mesa italiana. En este museo se puede aprender cómo este elegante líquido fue alguna vez utilizado como combustible para la calefacción e iluminación, así como también, ingrediente de productos de belleza y de medicinas. Por supuesto podrán observar, además, su proceso de producción.

Reggio Calabria es la ubicación privilegiada que posee el Museo de los cítricos, convengamos, productos típicos de Italia y muy presentes en su gastronomía. La diferencia de este con otros museos, es que está ubicado en un Centro de Investigación que se especializa en la esencia de los productos cítricos. Por lo tanto, es posible encontrar maquinarias que se usan en la extracción del zumo y la producción de perfumes.

Museos dedicados al vino

Italia, país vitivinícola por excelencia no podía carecer de museos en honor al vino. En Rufina, región Toscana se encuentra el Museo de la uva y del vino. Se localiza en una maravillosa edificación de estilo renacentista de nombre Villa di Poggioreale. En la misma región encontramos el Museo del Vino de Carmignano, en Prato. Este lugar se enfoca en el vino del Gran Duque de Toscana que iniciara su cultivo en el año 1716.
Viajamos hasta la región de Véneto, específicamente a Bassano del Grappa, en Vicenza para conocer el Museo della Grappa. Aquí es posible comprender el viaje a través de la historia de la producción de la grappa, que sabemos es un tipo de aguardiente muy fuerte. Lo más interesante es poder acceder a las innumerables recetas que se pueden elaborar usando este famoso licor italiano; y, lógicamente a la historia de la destilación.

En Chieri, Torino en la región de Piemonte se encuentra el Museo enológico Martini. Este es considerado el más importante del continente europeo y está ubicado en la antigua fábrica de Martini & Rossi. Lo curioso e interesante es que se puede encontrar además en este mismo lugar, piezas arqueológicas, de orfebrería y de cristal.
Sin duda no son los únicos museos culinarios, ya que existen otros tan o más interesantes, como el Museo de la fruta en Norma, Latina; el Museo del Prosciutto en Parma o el Museo del Parmigiano Reggiano Soragna en Langhirano, por nombrar solo algunos.

Autor imagen de portada (Museo della Grappa): Facebook @PoliMuseoDellaGrappa