Olimpio Pizio es oriundo de una familia gourmet, dueños de un hotel y un restaurante cercano a Bérgamo. Hace ya unos años se vino a Chile. Se estableció en nuestro país en un inicio para entrenar a los equipos de esquí en La Parva, por ser ex seleccionado en esta área.
Los orígenes de Olimpio
Cercano a un pueblo llamado Schilpario en la provincia de Bérgamo, en un paso de montaña a 1.800 metros de altura casi en la frontera con Suiza se encuentra el restaurante Passo Vivione, mismo nombre que tiene dicho paso. El cual se encuentra operativo, funcionando desde mayo a fines de octubre. Mientras que en el periodo invernal el restaurante se debe cerrar, ya que es una zona donde hay peligros de avalanchas. El Passo Vivione cuenta con platos como embutidos de montaña, ciervo, jabalí y liebre, los que pueden ser acompañados con polenta. Además de muy buenos platos de pastas caseras y según comenta Olimpio, exquisitos postres. También en Schilpario, esta vez a 1.300 metros de altura muy cercana de las pistas de esquí se encuentra el hotel Alpen Chalet.
Dicha edificación se encuentra funcionando desde 1978 y cuenta con veinte habitaciones. Como refugio de montaña es un punto interesante para motociclistas y personas que disfrutan del aire libre, pasando horas esquiando. El hotel es de estilo rústico, construido con madera antigua, la que fue recuperada de viejas construcciones. Alpen Chalet adoptó hace años ya, el concepto del aperitivo italiano, con el fin de fomentar el turismo en el lugar, haciendo de este un punto de reunión.
Las pistas de esquí y el rubro gastronómico
En los años 90 Olimpio se traslada a Santiago de Chile contratado por la Universidad Católica con el fin de entrenar al grupo juvenil chileno de alto rendimiento mixto de esquí en el periodo invernal. Después de esta experiencia Olimpio volvió a Italia con la idea de armar un restaurante pizzería en Chile. Así fue como regresando a Chile se embarcó en la aventura culinaria, abriendo su primer restaurante pizzería en Viña del Mar: La Dolce Vita. Creció en el mundo gastronómico, asegurando que la gastronomía venía con él desde siempre. Ayudaba en la cocina cuando era apenas un niño, arrodillándose sobre una silla ayudando a su madre a doblar la masa de los ravioles. Llevaba el pan a las mesas y secaba platos los días en que había más flujo de turistas.
Volando con alas propias
La Dolce Vita emplazada en avenida San Martín 640, en pleno Viña del Mar, funciona por ahora con retiro en el local, mientras que su segundo restaurante que se llama Maniero está en Nueva de Lyon 155, a pasos del Costanera Center. La decisión de los nombres de estos lugares, según nos dice Olimpio, fue para dar nuevos aires al rubro gastronómico en Chile. Destacando con recetas verdaderas y caseras, haciendo uso de ollas para la elaboración de las salsas, pues estas requieren de varias horas de cocción. Los platos más pedidos son los tortelloni di ossobuco, lasagna, linguini di seppia ai frutti di mare, gnocchi con salsa Alcapone, ossobuco con fettucine o gnocchi, canasta del mar, papardelle al cinghiale y tiramisú della nonna. Como gozador de la comida, Olimpio le quiere transmitir a sus clientes el disfrutar de una buena cocina y el sentirse como en casa.
El ambiente para él es muy importante, pues trata de que sea lo más parecido a un restaurante italiano, en donde pueden escuchar canciones de aquel país. Asegura que para que un restaurante funcione, tiene que estar el dueño siempre presente y eso es lo que hace, sobre todo en su local de Santiago, el cual ya está funcionando en su terraza. Afortunadamente Olimpio cuenta con un buen grupo de personas que trabajan con él. Este “team” aprende rápido los secretos y los toques en cuanto a los aliños y puntos de cocción de los platos creados por él.
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